Las plataformas de venta online y las webs de
cada marca son su escaparate al mundo y la imagen que desprenden para
cualquiera que las visite. Por ello se destaca la importancia de cuidar cada
detalle de esas páginas y de tener en cuenta que, en el caso del lujo, lo que
buscan los clientes no es sólo producto. Los consumidores de lujo invierten en lifestyle,
en las leyendas, historias y rituales de sus marcas. Por ello, las empresas
deben tener en cuenta todo su imaginario, para construirlo de forma coherente y
que funcione con sus clientes tanto dentro como fuera de la Red (algunas creen
haberlo conseguido, pero sus webs son muy básicas y sin demasiadas
prestaciones).
Internet y las redes sociales han creado una
nueva realidad en cuanto a la venta de productos y los consumidores se guían
cada vez menos por lo que las marcas anuncian. Actualmente, y más que nunca,
los prescriptores funcionan muy bien. También en el sector del lujo. Son los
bloggers, Twitter y otras plataformas de Internet, al igual que las celebrities, los que dan un plus a las
marcas y hacen que aumente el deseo de adquirir productos de lujo y, por qué
no, a través de la red.